Llevando el asombro de la creación al lugar de trabajo

Si experimentas altos niveles de estrés en el trabajo, ¿cómo respondes? ¿Qué tipo de «antiestrés» sueles utilizar cuando esto sucede?

Hoy, en Maná del Lunes, presentamos: LLEVANDO EL ASOMBRO DE LA CREACIÓN AL LUGAR DE TRABAJO, una reflexión de Erenia Mendoza.

La salud mental y emocional son cada vez más motivo de gran preocupación en todos los aspectos de la vida. Especialmente para el exigente mundo de los negocios, tan acelerado y con altas presiones. Las causas son complejas. Sin embargo, a veces las soluciones pueden ser sorprendentemente simples.

En sus estudios sobre las emociones y la interacción social, el Dr. Dacher Keltner, profesor de psicología de la Universidad de California-Berkeley, destaca el valor de utilizar un calmante para el estrés que muchos de nosotros no consideraríamos: la naturaleza. La investigación de Keltner revela los efectos directos de la inmersión en la naturaleza en los sistemas cardiovasculares y cerebrales de las personas. Esta experiencia, dice, no sólo tiene un profundo impacto en nuestros cuerpos, sino que también influye en cómo pensamos acerca de nosotros mismos y entendemos el propósito de nuestras vidas.

La sugerencia de Keltner de hacer una inmersión en la naturaleza no es solo una idea secular. Es un tema que resuena en toda la Biblia. Desde sus primeros capítulos, las Escrituras nos revelan la grandeza de la creación de Dios, invitándonos a contemplar la inmensidad del universo que Él ha preparado para nosotros.

Consideremos algunos pasajes que encontramos en las Escrituras que refuerzan la importancia de reconocer la obra divina y perfecta de Dios, y cómo podemos hacerlas parte de nuestra vida:

1. Reflexionando sobre la grandeza de Dios. «Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos» [Salmos 19:1 RVR]. A la luz de esta investigación científica, encontramos un paralelo intrigante con el llamado bíblico a reconocer la grandeza de la creación divina. La práctica de recibir una dosis regular de esto, como sugiere Keltner, está a tono con la práctica sugerida por la Biblia de contemplar la grandeza de Dios.

2. Imaginando el amor de Dios por los detalles. «Levanten la mirada a los cielos. ¿Quién creó todas las estrellas? Él las hace salir como un ejército, una tras otra, y llama a cada una por su nombre. A causa de su gran poder y su incomparable fuerza, no se pierde ni una de ellas» [Isaías 40:26 NTV]. ¡Qué detalle ha puesto Dios en Su creación!

3. Deleitándose en la maravilla de la creación de Dios. «Pero interroga a los animales y ellos te darán una lección; pregunta a las aves del cielo y ellas te lo contarán; habla con la tierra y ella te enseñará; con los peces del mar y te lo harán saber» [Job 12:7-8 NVI]. Estos momentos de contemplación no sólo promueven la adoración y el asombro, sino que también tienen efectos positivos y calmantes en nuestra salud mental y emocional.

Estudios como el de Keltner señalan el asombro que podemos experimentar cuando reducimos el paso para prestar atención a la naturaleza, reímos con nuestros seres queridos y pasamos tiempo con nuestras familias. Este asombro proviene del reconocimiento de que somos parte del vasto, misterioso y hermoso universo de Dios, y de Su plan divino y propósito eterno. Cada árbol, arroyo y puesta de sol son recordatorios vivos de Su grandeza, cuidado y creatividad.

Como empresarios y profesionales cristianos debemos tomarnos el tiempo para admirar Su creación, contemplando detalles que muchas veces pasan desapercibidos. Este no es sólo un descanso necesario del ajetreo y el bullicio de la vida, sino una oportunidad para obtener una comprensión más profunda del amor y la sabiduría de Dios revelados en Su Palabra.

© 2024. Erenia Mendoza es Directora Nacional de CBMC en Brasil y miembro del Equipo de Liderazgo Global de CBMC International.

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