Hoy, en Maná del Lunes, presentamos: ¿ESTÁS BUSCANDO SABIDURÍA EN TODOS LOS LUGARES EQUIVOCADOS?, una reflexión de Robert J. Tamasy.
Vivimos en un tiempo de información prácticamente ilimitada. Podemos acceder a ella a través de la televisión, la radio, las redes sociales, los libros, las revistas, y literalmente la tenemos a nuestro alcance en Internet. Gracias a toda esta información podemos adquirir grandes cantidades de conocimiento. Sin embargo, las masas de información y conocimiento no siempre se traducen en sabiduría.
¿Qué es la sabiduría, entonces? Una definición dice que es «la capacidad de emitir juicios y tomar decisiones acertadas basadas en una profunda comprensión de situaciones y experiencias, a menudo involucrando conocimiento, buen juicio y la capacidad de discernir lo que es correcto o verdadero». Esto suena bien, ¿verdad? Pero, ¿cómo adquirimos esta capacidad?
Un joven empresario, con la aspiración de alcanzar un éxito corporativo significativo, se acercó a su mentor —un hombre al que consideraba sabio— y le preguntó: «¿Cómo se adquiere la sabiduría?» «A través de la experiencia», respondió el sabio. «Entonces, ¿cómo se adquiere experiencia?» «Tomando buenas decisiones.» «Bueno, ¿y cómo se aprende a tomar buenas decisiones?» El sabio respondió rápidamente: «Tomando malas decisiones.»
Esto es gracioso, y cierto. Pero, ¿es cometer errores la mejor manera de adquirir sabiduría? Un lugar donde podemos buscar sabiduría —que creo es el mejor lugar— es la Biblia. De hecho, varios libros del Antiguo Testamento son llamados «libros de sabiduría», incluyendo Job, Salmos, Proverbios y Eclesiastés. El más citado de todos es Proverbios, que hace esta declaración sobre la sabiduría: « El temor del Señor es el principio del conocimiento; los necios desprecian la sabiduría y la disciplina» (Proverbios 1:7, NVI).
Incluso una mirada superficial a nuestro mundo parece confirmarlo. Políticos, líderes empresariales, artistas y otras figuras prominentes, al operar sin una cosmovisión bíblica, encajan con la descripción que hace el Antiguo Testamento de los antiguos israelitas: «Cada uno hacía lo que bien le parecía» (Jueces 17:6; 21:25, RVR1960). Esto no era sabiduría, era necedad. Y sigue siendo lo mismo hoy en día.
La mayoría de los Proverbios se atribuyen al rey Salomón de Israel, a quien se le llamó el hombre más sabio que jamás haya vivido. Él explicó que los proverbios eran «Para entender sabiduría y doctrina, para conocer razones prudentes, para recibir el consejo de prudencia, justicia, juicio y equidad» (Proverbios 1:2-3, RVR1960).
Si esto es cierto, ¿no crees que sería una buena idea leer Proverbios y descubrir lo que enseña? Muchas personas han decidido leer un capítulo de Proverbios cada día. De este modo, dado que el libro contiene 31 capítulos, puede leerse en un solo mes; 12 veces a lo largo de un año.
Los Proverbios ofrecen sabiduría sobre muchos temas, como refrenar la ira; ser un líder eficaz; aceptar la corrección y la disciplina; recibir consejo y dirección sabios; tener discernimiento y ejercer la prudencia; tratar con la envidia y los celos; evitar la tentación sexual; cultivar la generosidad; trabajar con diligencia; los peligros del orgullo y los beneficios de la humildad; esforzarse por la integridad y la honestidad, entre muchos otros.
En última instancia, todos están anclados en «el temor del Señor». Esto no significa acercarse a Dios con pavor. Significa reconocer su perfección, su poder, su amor y su bondad. Proverbios dice que temer al Señor es sabio, así como el temor común impide que una persona se acerque demasiado al borde de un acantilado. Más aún, el temor del Señor ofrece la seguridad de experimentar una vida plena y fructífera:
«El temor del Señor es fuente de vida, y nos hace vivir tranquilos y libres de temores» (Proverbios 19:23, RVC).
«La verdadera humildad y el temor del Señor conducen a riquezas, a honor y a una larga vida» (Proverbios 22:4, NTV).
Preguntas para reflexión/discusión
- ¿Cómo diferenciarías entre información y conocimiento, que tenemos en gran abundancia —quizá más que nunca en la historia de la humanidad— y la sabiduría, que a menudo parece escasa?
- ¿A quién identificarías como una persona que demuestra gran sabiduría? ¿Por qué consideras sabia a esa persona? ¿De qué maneras has visto que exhiba sabiduría en su forma de trabajar y vivir?
- Al inicio del primer capítulo de Proverbios leemos la declaración: «El principio de la sabiduría es el temor del Señor». ¿Qué crees que significa esto? ¿Estás de acuerdo?
- ¿De qué maneras contrastarías la sabiduría del mundo —la cual se nos presenta cada día a través de diversas fuentes— y la sabiduría bíblica?
Desafío para esta semana
Si decidieras hoy: «Quiero empezar a adquirir sabiduría. Quiero ser sabio en la manera en que trabajo y vivo», ¿cómo lo harías?
En tu vida hasta este momento, ¿cuáles son algunas de las cosas más sabias que has aprendido? Tómate un tiempo esta semana para conversar sobre este importante tema de la sabiduría con un amigo cercano, un mentor o un pequeño grupo de consejeros de confianza. ¿Cuáles son algunas áreas en las que necesitas tener y aprender a ejercer más sabiduría? ¿Quién es alguien a quien consideras sabio y que podría ser de ayuda para ti?