Hoy, en Maná del Lunes, presentamos: EL DESAFÍO DEL «PASTOR» EN LA EMPRESA, una reflexión de Rick Boxx.
De todos los términos que se utilizan para describir a los líderes, uno de los menos mencionados es «pastor». ¿Alguna vez has escuchado que se refieran a un líder —tu jefe, el director de otra empresa o incluso tú mismo— como un pastor? Si es así, perteneces a una pequeña minoría. Sin embargo, para quienes procuramos seguir a Jesucristo, el papel de pastor forma parte de nuestra descripción de responsabilidades.
Muy pocos de nosotros tenemos experiencia real como pastores de ovejas, por lo que es difícil comprender qué espera Dios cuando nos anima en la Biblia a ser buenos pastores. Pero eso es exactamente lo que hace. En el libro de Jeremías 23, por ejemplo, Dios nos muestra el contraste entre un mal pastor y un buen pastor. A través del profeta, se advierte a los líderes de Israel: «En vez de cuidar de mis ovejas y ponerlas a salvo, las han abandonado y las han llevado a la destrucción. Ahora, yo derramaré juicio sobre ustedes por la maldad que han hecho a mi rebaño» Jeremías 23:2 (NTV).
Los líderes habían demostrado su fracaso como pastores. En ese mismo capítulo de Jeremías, encontramos tres formas principales en que Dios nos instruye a ser buenos pastores.
El primer desafío es: cuidar con diligencia e incluso con sacrificio a nuestro rebaño. Cuando Dios nos llama a liderar y cuidar de los miembros de nuestro equipo, desea que pensemos en lo que es mejor para ellos, no solo en lo que beneficia a nuestros intereses personales. Eso fue precisamente lo que los líderes de Israel no hicieron.
El segundo desafío es: crear un ambiente de paz y seguridad para tu equipo. Trabajar directamente con los clientes puede generar temor y ansiedad en algunos empleados. Si no se sienten adecuadamente apoyados por la dirección, esa falta de respaldo puede provocar miedo, inseguridad y pérdida de confianza. Cuando los miembros de nuestro equipo se esfuerzan por dar lo mejor, necesitan saber que, como se dice comúnmente, «cuento contigo». En otras palabras, que acudirás en su defensa si es necesario.
En Jeremías 23:4 leemos: «Pondré sobre ellas pastores que las pastorearán y ya no temerán ni se espantarán, ni faltará ninguna de ellas» (NVI). Las ovejas son naturalmente tímidas y no tienen medios para defenderse; dependen totalmente de su pastor. De manera similar, si deseas que los miembros de tu equipo prosperen emocionalmente, necesitas crear un ambiente de paz donde se sientan apoyados y protegidos.
El tercer desafío es: retener a las personas que Dios ha puesto en tu equipo. Mucho tiempo atrás, cuando trabajaba en la industria financiera, tuve un colaborador que se volvió verbalmente abusivo y grosero con muchos de los integrantes de nuestro equipo. Pero enfrenté un dilema: esta persona aportaba un valor significativo a la organización en otros aspectos, lo cual me llevó a tardar más de lo debido en confrontar su comportamiento abusivo.
Por haber demorado mi respuesta, el ambiente laboral se volvió tóxico, un lugar nada agradable para trabajar. Como resultado, varias personas valiosas abandonaron la organización antes de que finalmente decidiera abordar el problema como correspondía. Fue una experiencia dolorosa, pero también una lección muy importante.
Jeremías 23:1 nos da una advertencia que debemos tomar en serio: «»Qué aflicción les espera a los líderes de mi pueblo—los pastores de mis ovejas—porque han destruido y esparcido precisamente a las ovejas que debían cuidar!», dice el Señor» (NTV). Para conservar a las buenas personas, no solo necesitamos cuidarlas, sino también enfrentar a tiempo a quienes causan conflicto o a las situaciones difíciles antes de que provoquen un daño mayor en nuestro «rebaño».
Preguntas para reflexión o discusión
- Cuando escuchas el término «pastor», ¿qué viene a tu mente? ¿Alguna vez lo has oído usar en el contexto del trabajo? Si es así, ¿en qué sentido?
- ¿Qué otras palabras se usan para describir a los líderes? Piensa en términos con connotaciones positivas y negativas. En tu propio rol como líder —en la capacidad que sea—, ¿cómo crees que te describen (o deberían describirte)?
- Describir a las personas como «ovejas» puede parecer un insulto, pero como indica Isaías 53:6, esta descripción es apropiada: «Todos andábamos perdidos como ovejas; cada uno seguía su propio camino». (ver Isaías 53:6). ¿Qué significa esto para ti, especialmente en cuanto a nuestra naturaleza humana?
- ¿Qué tan importante consideras mantener un ambiente laboral seguro y de apoyo para maximizar la productividad, así como para la satisfacción y la camaradería entre los trabajadores?
Desafío para esta semana
¿Qué sabes sobre las ovejas y su comportamiento? Esta semana podría ser un buen momento para investigar un poco sobre sus características, lo indefensas que son ante el peligro y lo mucho que dependen de su pastor.
Luego, reflexiona sobre qué tan eficaz eres como pastor de las personas que supervisas o con las que trabajas día a día. Podrías conversar sobre esto con un amigo, consejero o mentor de confianza, o con tu grupo pequeño, para identificar cómo puedes convertirte en un mejor pastor para tu equipo o tus colegas.