Hoy, en Maná del Lunes, presentamos: TENER VALORES CLAROS SIMPLIFICA LA TOMA DE DECISIONES, una reflexión de Robert J. Tamasy.
¿Qué influye en tu toma de decisiones? ¿Determina cómo maximizar las ganancias y minimizar las pérdidas? ¿Es la conveniencia, elegir lo que parezca más ventajoso para ti o para tu empresa u organización? ¿Se basa en las apariencias: qué será mejor visto ante tu círculo de influencia?
En mis años de trabajo con ejecutivos y líderes corporativos, descubrí que muchos tenían al menos un documento que servía de guía para sus empresas. La mayoría tenía una «declaración de misión» que articulaba lo que hacían: su propósito de existir. Algunos también tenían una «declaración de visión» que expresaba hacia dónde se veían llegar. Quizás lo más revelador de todo fue una «declaración de valores», que establecía los principios y valores subyacentes que sustentaban no solo lo que hacían, sino también cómo lo harían y por qué.
Roy Disney era hermano del difunto Walt Disney, el genio creativo cuya visión finalmente condujo al conglomerado multimillonario de entretenimiento que incluye películas, dibujos animados, programas de televisión y deslumbrantes parques temáticos. Como cofundador de Walt Disney Company, Roy Disney afirmó: «Cuando tienes claros tus valores, tomar decisiones se vuelve más fácil». Dicho de otro modo, al tomar decisiones, los valores predeterminados no solo deben guiar las operaciones presentes y futuras, sino que también deben servir para eliminar opciones y atractivos que no se alinean con ellos.
Esto suena bien, pero ¿cómo afecta en la práctica la articulación de los valores que una persona o empresa adopta en sus acciones y toma de decisiones? Los valores pueden variar de una persona a otra o de una empresa a otra, pero para quienes buscan integrar su fe con su trabajo diario, una guía confiable debería ser la Biblia, la Palabra de Dios. Por ejemplo:
1. Para establecer prioridades. A Jesucristo le preguntaron cuál era el mandamiento más grande. Él respondió: «…Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo» [Mateo 22:37-39 RVR].
Considerando lo que Jesús declaró, ¿cómo deberían nuestras prácticas comerciales reflejar estos dos mandamientos fundamentales? ¿Cómo debería funcionar una organización para demostrar que el amor a Dios es lo primero y más importante? ¿Y cómo se debe tratar a los clientes, empleados, proveedores, compradores, para demostrar que los amamos como a nosotros mismos?
2. Para regular el comportamiento. Los Diez Mandamientos, mencionados dos veces en el Antiguo Testamento (Éxodo 20:1-17 y Deuteronomio 5:6-21), detallan maneras específicas de amar y honrar a Dios, así como de interactuar con otras personas de una manera piadosa. Hablan de adoración, evitar la idolatría, el lenguaje correcto, evitar el exceso de trabajo, reverencia a los padres y prohibiciones contra cosas como el asesinato, la inmoralidad sexual, el robo, la deshonestidad y el deseo celoso de lo ajeno.
3. Para valorar lo que Dios valora. ¿Cómo es una persona piadosa en los negocios o en el trabajo? Una respuesta es valorar lo que el Señor valora, como dice Miqueas 6:8: «El Señor te ha dado a conocer lo que es bueno, y lo que él espera de ti, y que no es otra cosa que hacer justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios» [RVC]. Lograr esto puede ser más difícil de lo que parece, pero sin duda resume lo que Dios valora.
Preguntas para la reflexión/discusión
1. Según tu comprensión, ¿cuál es la diferencia entre una declaración de misión, una declaración de visión y una declaración de valores? ¿Tu empresa u organización cuentan con una o más de estas? De ser así, ¿cómo se utilizan, si es que se utilizan?
2. ¿Te has sentado alguna vez a expresar tus valores personales, los principios que guían y rigen tus acciones y decisiones? ¿Cuáles consideras que son los valores que se respetan en su lugar de trabajo?
3. ¿Es razonable pensar que el mandamiento más importante y el segundo más importante pueden observarse y obedecerse sistemáticamente en el mercado laboral del siglo XXI?
4. ¿Cómo crees que sería diferente el entorno laboral actual si todos se esforzaran por alinearse con los Diez Mandamientos en sus decisiones y operaciones diarias? ¿Qué pasaría si el mandato de «actuar con justicia, amar la misericordia y humillarse ante su Dios» se aplicara ampliamente en los entornos laborales?
Desafío para esta semana
Intenta dedicar un tiempo estos días a reflexionar sobre los valores: los tuyos y los de la empresa u organización que diriges o para la que trabajas. ¿Puedes explicarlos claramente? Si no, intenta escribirlos. Luego, evalúa qué tan bien tú y tu empresa los viven.
Podría ser bueno hablar de esto con líderes o empleados clave. Un mentor o asesor de confianza también podría ser útil para aclarar valores importantes y cómo pueden y deben demostrarse en su vida y trabajo.