Hoy, en Maná del Lunes, presentamos: MULTIPLICA TU IMPACTO EN LA RECTA FINAL, una reflexión de Jim Langley.
Hace años, comencé a escribir una serie de ensayos que llamé: «Estrategias para el cuarto trimestre». La premisa es que, si bien cada etapa de nuestra vida profesional es importante, nuestro último trimestre debería ser el mejor. Si nos mantenemos saludables, vivir hasta los 80 años o más es una meta razonable. Eso significaría que los últimos 20 años de nuestra vida podrían ser los más productivos de todos, tanto por la experiencia como por la pericia.
Hace algún tiempo, Alan Smith, director de personal de CBMC, se reunió con un pequeño grupo de líderes empresariales cristianos de mayor edad (algunos de ellos estaban jubilados). Los animó a reconocer el increíble valor que todavía tenían para el Señor, así como para los profesionales más jóvenes con los que interactúan en el mercado local.
Smith ofreció seis versículos bíblicos como «alimento para la reflexión» que tienen algo en común: todos se encuentran en el primer capítulo y el tercer versículo de sus respectivos libros. Creemos que esto no es casualidad, sino un diseño, para subrayar la importancia que tienen los seguidores de Cristo en los años altos de su vida para los propósitos de Dios. Estos son esos versículos:
1. No hay límite de tiempo para ser fructífero: «Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará». Salmos 1:3 [RVR 1960].
2. La sabiduría debe transmitirse de generación en generación: «Esto lo contarán ustedes a sus hijos, y sus hijos a sus propios hijos, y ellos a la generación siguiente» Joel 1:3 [RVC].
3. Podemos servir como ejemplos para que otros sigan: «Al orar a nuestro Dios y Padre por ustedes, pensamos en el fiel trabajo que hacen, las acciones de amor que realizan y la constante esperanza que tienen a causa de nuestro Señor Jesucristo». 1 Tesalonicenses 1:3 [NTV].
4. El crecimiento espiritual nunca termina: «Hermanos míos, en todo momento tenemos que dar gracias a Dios por ustedes. Y así debe ser, pues ustedes confían cada vez más en Dios, y se aman más y más los unos a los otros» 2 Tesalonicenses 1:3 [TLA].
5. Nuestras oraciones tienen un impacto eterno: «Timoteo, doy gracias a Dios por ti, al mismo Dios que sirvo con la conciencia limpia tal como lo hicieron mis antepasados. Día y noche te recuerdo constantemente en mis oraciones» 2 Timoteo 1:3 [NTV].
6. La sabiduría, el entendimiento y la fe deben compartirse: «Les anunciamos lo que hemos visto y oído, para que también ustedes tengan comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo» 1 Juan 1:3 [NVI].
Como seguidor de Cristo, estoy de acuerdo con la perspectiva de Smith sobre el valor de nuestros últimos años. Muchos de nosotros estamos menos agobiados por las exigencias del trabajo y más disponibles para servir, enseñar, guiar y discipular a otros. Dios no quiere que nos quedemos sentados y nos quedemos en un estante durante los años que nos quedan en la tierra.
En su carta a la Iglesia de Filipos, el apóstol Pablo concluyó diciendo: «… para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia» [Filipenses 1:21]. Su vida nos da un hermoso ejemplo de cómo vivir nuestras vidas hasta el final para el Señor Jesús. ¡Te animo a que te unas a mí con la actitud de un corredor de fondo decidido a llegar fuerte a la meta, concentrado en el premio que te espera!
Preguntas para la reflexión personal o discusión en grupo
1. ¿Cómo te relacionas con el contenido de este Maná del lunes? Si eres una persona joven de negocios o profesional, que todavía está construyendo su carrera, ¿has aprovechado la sabiduría y la experiencia de colegas mayores? Si eres alguien mayor, ¿has reconocido el valor que puede seguir aportando al lugar de trabajo y a las personas con las que te relacionas todos los días?
2. ¿Cuáles son los obstáculos que pueden impedir o inhibir que las personas mayores y jóvenes en el mercado laboral interactúen con éxito y se beneficien mutuamente?
3. Si tú eres una persona joven en el mercado laboral y una persona mayor estuviera disponible para reunirse contigo y ofrecerte su sabiduría, experiencia y conocimiento, ¿qué cosas te gustaría recibir de ella? ¿Qué preguntas le harías?
4. Si tú eres una de las personas a las que se hace referencia, un veterano de la fuerza laboral o un jubilado, ¿qué cosas crees que tienes para ofrecer a las personas más jóvenes? ¿Cómo intentaría encontrar a alguien en quien pudiera invertir para compartir la experiencia, los conocimientos y la sabiduría que ha adquirido a lo largo de muchos años en el mercado laboral?
Desafío para esta semana
No importa en qué etapa de la vida te encuentres, ya sea que estés iniciando tu carrera, disfrutando de tu madurez o acercándote a la jubilación —o ya la hayas alcanzado—, todos tenemos algo valioso que ofrecer, lo cual puede ser beneficioso para todos. Esta semana, tómate un momento para reflexionar sobre cómo la colaboración entre personas de diferentes edades podría ser ventajosa en tu entorno laboral.
Si comprendes las ventajas de compartir tiempo con alguien que se encuentra en una fase distinta de su carrera, te animo a que busques acercarte a esa persona y comenzar una relación de colaboración. Ora para que Dios te guíe hacia quien más pueda enriquecerte en este proceso.